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Desde el ingreso del mandatario Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos inició con la implementación de una serie de iniciativas con impacto en las energías renovables. Estas disposiciones redefinen el sector energético y ambiental, generando un intenso debate en todo el mundo debido a las implicaciones de la transición energética.
Impacto en las energías renovables
El retiro del Acuerdo de París representa la soberanía energética de los Estados Unidos, reforzando la postura de su mandato frente a la agenda climática.
Según una publicación de DW: «A partir de enero, Trump apunta contra las energías renovables y los vehículos eléctricos. Su objetivo es eliminar los mandatos federales que reducen emisiones y cancelar los créditos fiscales para energía limpia y coches eléctricos establecidos por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Biden. Esto a pesar de que estos sectores han generado decenas de miles de empleos».
Sin embargo, detener la transición hacia fuentes de energías renovables no es tan fácil, expertos alegan obstáculos, ya que muchos fondos ya están invertidos. Estados Unidos tiene distintos proyectos de energías renovables, tales como plantas solares en Texas, fábricas de baterías y coches eléctricos en Georgia.
Por otro lado, casi el 60% de los nuevos proyectos, iniciados en 2022, están en distritos republicanos. Georgia, las Carolinas, Michigan, Arizona e Indiana, que avasalladamente pusieron el voto a favor de Trump, se beneficiarán de estas inversiones. Se estima que aportan más de US$400 mil millones de dólares a la economía.
Pese a que el mandatario estadounidense, Trump, pretende decretar órdenes radicales desde su llegada, habrá retrasos legales y legislativos.
Por último, señalan que desmantelar la ley que ampara estas inversiones es destructivo, en referencia a la Ley IRA, que incluye incentivos fiscales para incentivar la industria de energías renovables y fortalece la cadena de suministro de estos equipos.
